El Don Juan de Nadie

En la lectura que leímos, El burlador de Sevilla de Tirso de Molina, era muy interesante leer que los hombres que actualmente son caracterizados como don Juanes, existían desde hace siglos. Creo que todos sabemos que siempre han existido este tipo de hombres, pero leerlo desde la perspectiva de la lectura, te hace sentir más desgracia por hombres que son así. La lectura está ambientada durante el Siglo de Oro en España, más específicamente en el siglo XVII en pleno Barroco. El don Juan Tenorio es el protagonista de la obra dramática, que engaña a mujeres solo para usarlas y jugar con ellas para su beneficio y placeres. Al principio sabemos que él le quitó la virginidad a Isabela, con quien la engañó diciéndole que él era su prometido, el duque Octavio. Ella neciamente cayó por el engaño de don Juan y arruinó su reputación en la sociedad.

Durante el acto, don Juan corre de sus problemas que se causó por engañar a la duquesa Isabela. Sin confrontar su consecuencias, él decide escaparse con la ayuda de su tío, Don Pedro Tenorio, que es el embajador de España. Don Pedro le miente al rey diciéndole que don Juan se mató y que ya se encargó de su muerte. Pero sabemos más adelante que Don Juan mientras estaba en el mar, tiene un accidente que lo arrastra a la orilla del mar. Ahí la pescadora Tisbea encuentra a don Juan e instantáneamente se enamora de él. Tisbea describe a don Juan en estas palabras, “Mancebo excelente, gallardo, noble y galán. Volved en vos, caballero”…. “Vivo en vos, si en el mar muero. Ya perdí todo el recelo que me pudiera anegar, pues del infierno del mar salgo a vuestro claro cielo (p.230-231).” Sabemos que él la usa también con mentiras y promesa de matrimonio, rompiéndole el corazón, lo que causa que se suicide Tisbea. Pero su castigo le llega, cuando un muerto, el padre de una de las mujeres a las que había deshonrado en el pasado, se lo lleva al infierno como venganza.

Esto puede sonar terrible, pero creo que a todos los don Juanes de antes y hoy deberían de tener el mismo castigo. No hay nada bonito en usar a personas, especialmente cuando se involucran los sentimientos. Un pícaro como el Lázaro, en El Lazarillo de Tormes, es entendible porque robaba y mentía, aunque no es justificable lo que hace, él lo hacía por necesidad y por hambre. Lázaro no nació de una familia rica como don Juan. Pero alguien como don Juan que no le faltaba nada, era noble y tenía dinero, podía hacer cosas buenas y ser una persona de bien.

Hoy en día, hay muchas historias de don Juanes y también mujeres que son don Juanes. Por ejemplo, un don Juan moderno podría ser el rapero Drake. Siempre está atrapado en chismes y rumores sobre diferentes tipos de mujeres con las que ha estado, pero con ninguna ha tenido una relación estable. Un don Juan, versión mujer, no conozco una que sea famosa. De los amigos que he tenido me han contado sobre mujeres que igual que el hombre don Juan, les gusta jugar con los sentimientos y no les son fieles a su pareja. En nuestra sociedad de hoy, me he dado cuenta que las mujeres don Juan son insultadas, son llamadas nombres vulgares y son vistos como don nadies. Pero un hombre don Juan es felicitado por ser capaz de relacionarse con muchas mujeres y se dice que los convierte en “hombres” por hacerlo así. Lo único que no ha cambiado desde el siglo XVII, es que una mujer todavía no es digna de respeto. Entonces por la misma razón no creo que Tirso de Molina sea capaz de escribir una historia de un don Juan mujer porque las mujeres de antes, solo podían ser esposas o monjas.

Destruir la confianza de una persona y su percepción del amor empieza un ciclo de abuso y trauma que es la razón por la que se crean don Juanes. He visto a compañeros cambiar totalmente por el engaño de su pareja. No quieren sentir esa herida otra vez y entonces se convierten en la persona que lastima como un don Juan. Y la víctima de ellos, si piensan igual, también se convierte en un don Juan y nunca se acaba ese ciclo de desamores.

Tristemente, es muy común un don Juan y aun no es entendible el por qué hay personas que actúan así. A lo mejor puede ocurrir que un don Juan se pueda enamorar pero no lo creo. La persona tendría que ser Dios bajado del cielo, para cambiarlos. Quizás el ciclo de desamores, no es la razón completa en porque existen don Juanes, pero creo que juega una parte grande en por qué el mito de don Juan todavía se ve en nuestra sociedad hoy.