De lo que aconteció a un hombre que perdió el nombre
Un hijo habla con su padre sobre una entrevista de trabajo que lo pone nervioso. Le dice a su papá que estará haciendo trabajos que hace a la perfección, sin embargo, le preocupa que cuando llegue a la entrevista se olvide de todo y no consiga el trabajo de sus sueños. Su padre luego le cuenta una historia a su hijo de “un hombre que perdió su nombre”.
Un hombre se había despertado en el suelo con dolores en el cuerpo y algunos moretones. Comienza a mirar a su alrededor y ve árboles y un cielo azul como si una tormenta acabara de soplar. Examina su cuerpo en busca de heridas y las preguntas comienzan a surgir en su cabeza. Se pregunta ¿qué pasó?, ¿dónde estoy?, ¿quién soy? La idea de que él no recordara su propio nombre lo aterrorizaba. Camina por el bosque confundido sin saber a dónde se supone que debe ir, o quién se supone que es.
El sol baja, el hombre se encuentra dando vueltas en círculos y comienza a entrar en pánico, ya que cuanto más oscuro se pone, más animales salen a buscar a su presa. De repente se detiene, se sienta en una roca y tiene una sensación de alerta. En la distancia, comienza a escuchar gruñidos acercándose cada vez más.
De las sombras sale una bestia del doble de su tamaño y se va sobre el hombre. El hombre sin saber qué hacer cierra los ojos en estado de conmoción. Cuando abre los ojos, se da cuenta de que la Bestia estaba en el suelo y que sostenía un arco en sus manos, mientras que la flecha estaba en la bestia.
Tener el arco y la flecha le resultó familiar y sus recuerdos comenzaron a regresar. Fue al bosque en una mañana nublada y húmeda en busca de comida para su familia.
Estaba escalando rocas empinadas cuando perdió el balance. Recordó el camino de regreso a casa y su familia le dio la bienvenida al notar que había llevado suficiente comida para una semana. Su familia preguntó: “Ángel, ¿cómo lograste capturar a la bestia?”
Al final, su padre le explicó a su hijo que estar nervioso y asustado es solo temporal y que las habilidades y el conocimiento que desarrolló brillarán sin importar las circunstancias.
“La vida es como andar en bicicleta, nunca olvidas la habilidad.”